El mal de los dictadores

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Para las personas que pasan de cuarenta años,los que vivieron en la era aquella,no es nuevo el episodio que se vive,ahora en nuestra querida Patria.La consagración de un dictador. Un señor,que
se alzó con el santo y la limosna,para no decir otra cosa.El Senado de la República,lo eleva hacia lo
más alto,porque este,Leonel Fernández, es su líder indiscutible,su benefactor,el que más sabe de la  bolita del mundo.Leonel, es el padre de la educación,según su esposa y candidata de su partido;es
para otros,el padre de la agricultura y la producción nacional. No dudemos,que aparezca otro Zenón Castillo de Aza y lo postule para benefactor de la Iglesia católica;tal vez, con la anuencia,ahora,del
Cardenal Lopez Rodríguez y los obispos que nada de lo que ocurre dicen por temor a perder sus beneficios del botín. Los empresarios,en quiebra,lo nombrarán el padre de la empresa privada y los de Santiago,pondrán frente al monumento un avión,como el del aeropuerto Joaquín Balaguer; porque ya no se utilizan caballos,para aquello de "seguiré a caballo".La calle Del Sol,volverá a su
nombre original,Presidente Trujillo. En el ocaso del régimen ,Vincho Castillo, y Rodrigote,llevarán las prostitutas a bailar,semi-desnudas frente al altar Sagrado de la Catedral de La Vega. Nacerá, no
sabemos de que Santa Mujer,otro Monseñor Francisco Panal, para decirle,al nuevo dictador dominicano,aquellas palabras, que siendo monaguillo escuche, aquel abril del 1961:"Arrodillese a pedir perdón por todos los crímenes que se cometen en su gobierno; por la muerte de tantos jóvenes inocentes, por la viudas y madres que han perdido a sus seres queridos.Por el ultraje que ha sido víctima la Santa Madre Iglesia por usted y su gobierno"(...) Jóvenes, esto fue cierto,yo lo viví,estuve ahí. No entiendo cómo los muchachos de ahora no toman un camino más abierto hacia la
real lucha pacifica por el país y la patria misma. No entiendo cómo los hijos de quienes murieron y fueron torturados en el Kilometro 9,La 40,La Victoria; y todas las ergástulas de la tiranía no hacen vida política en organizaciones serias que protejan a su país,en lugar de ponerse a la sombra de gobiernos,como este,que niega toda la lucha y el dolor de los patriotas que abonaron el suelo con lo más sagrado:Su Sangre...Ese culto a la personalidad que hoy vemos,es El mal de los dictadores y su corte de adulones.